Introducción (Modificable)

Introducción

Para hacerse una idea del cómo se desarrolló la Transición, es bueno tener un conocimiento amplio tanto de ámbito político, social y económico. La historia de España en el siglo XX, y sobretodo antes de lo que es propiamente la Transición viene marcada por la etapa del franquismo se estableció en España cuando Francisco Franco ganó la guerra civil al bando republicano. De esta forma, los nacionales se alzaron en el poder y Franco se erigió como Jefe de Estado hasta el mismísimo día de su muerte. De 1939, año en que termina la guerra civil española, hasta 1975, cuando muere el Caudillo, un régimen dictatorial estuvo al mando.

Para entender mejor todo lo que aconteció entre el fin de la dictadura hasta una democracia plenamente asentada, he creído fundamental explicar y desarrollar en primer lugar la decadencia del franquismo. Así pues, el trabajo se inicia con una fecha clave: el 20 de diciembre de 1973, cuando fallece el entonces presidente del gobierno: el Almirante Luís Carrero Blanco. Fue asesinado por la banda Terrorista ETA, en un atentado perpetrado mediante un explosivo, que hizo “volar” el vehículo en el que viajaba. En ese momento, la vida política del país sufrió un vuelco, y la inseguridad e incertidumbre se apoderó de las calles.

Muchas más cosas tienen su relevancia en la Transición Española. Como ya he mencionado, se inicia con la muerte del Generalísimo, prosigue con el papel fundamental del Rey Juan Carlos I (que tenía que asumir la jefatura de estado), la irrupción de Adolfo Suárez en el panorama político con la consiguiente consecución de la democracia, las primeras elecciones en más de medio siglo, el intento de golpe de estado del 23-F, la Constitución de 1978…

La Transición es un proceso largo, duró aproximadamente ocho años, y condicionó considerablemente el futuro del país, y por consiguiente de todos nosotros. Si se cambiara cualquier hecho que aconteció (por ejemplo, la decisión del rey de “pedirle un favor” a Adolfo Suárez) nuestra historia a día de hoy seria radicalmente distinta. Así pues, nuestro actual sistema político viene marcado por lo que se decidió en esos años y podemos estar satisfechos de que, pese a toda la tensión e incertidumbre que se vivió, transcurrió con relativa paz y sin derramar gota de sangre. El temor a que se desatara otra guerra civil condicionaba cualquier paso que dar. Hoy en día, la democracia sigue siendo nuestro sistema de gobierno.